En los últimos 10 años hemos visto que la “vida social de los productos” ha cambiado de manera radical, los circos tienen prohibido tener animales en sus espectáculos, existen al menos 5 tipos de leche que puedes elegir si compras un café, cerca de la mitad de las licenciaturas que hoy se ofrecen a nivel nacional como oferta académica no existían hace algunos meses, los trabajos en algunos grupos de personas son ejercicios profesionales que les toma en promedio 2 años de vida para sentirse aburridos y buscar un nuevo empleo, los grupos de WhatsApp invaden los teléfonos de una gran cantidad de personas que los utilizan como medio de diálogo rebelde y detonador de conversaciones ociosas, incluso resulta que hoy un gran sector del mercado de consumidores finales no compra “productos” sino que compra “experiencias”, ¿Dónde quedó lo conocido?, ¿Dónde quedó la posibilidad de leer y actuar porque los consumidores son “muy previsibles”?, en las empresas las estructuras de pensamiento y las líneas de acción se nos borraron, el panorama tiene una hoja en blanco que hay que asumir para crear.

El desafío es grande para adaptarse a las nuevas circunstancias, todas las organizaciones tienen este reto, principalmente las que atienden a consumidores finales que son las que están en el primer frente de batalla para adoptar nuevas estructuras de trabajo; todo se vino abajo, necesitamos tomar el control y volver a construir, estamos en tiempos que exigen además de entender lo que pasa también tener el valor de arriesgar y empezar a construir, no conviene esperarse a que alguien construya por nosotros, una lectura posible de este desastre en el contexto de lo conocido es que estamos en tiempos de que el que tenga los modelos tendrá a los mercados.

Son tiempos de entender y hacer, el puro entendimiento no será suficiente, tenemos que imaginar, adaptar y crear.  El problema es que en algunos sectores industriales en nuestro país vemos de todo menos creatividad.  Tenemos un problema conceptual también relativo a la “creatividad”, no está claro qué es ser creativo hoy, porque la creatividad malamente se liga a “apps” o a “start ups” cuando podemos iniciar de una manera más simple, ligamos la malentendida “creatividad” con la también malentendida “tecnología” donde también nos imaginamos al parafrasear ese sustantivo algo que tenga que ver son software o hardware, cuando es mucho más simple, tan simple como hacer que algo funcione.

En nuestra encuesta de visión de futuro de Jalisco http://www.lamarcalab.com/radar-de-tendencias/ que presentamos en febrero de este año en el ITESO pudimos detectar que las personas de este estado están preocupadas por la economía y la inseguridad principalmente… ahí hay oportunidad para las mentes e imaginaciones inquietas ¿alguna idea creativa que utilice algún nivel de “tecnología” para este par de conceptos que nos quitan el sueño?

Se nos borró la línea pero podemos iniciar de nuevo trazando nuevas líneas y comportándonos como actores que construyen para el ahora.

Sergio Rodea