Es imposible que veamos hacia el futuro cada vez que estamos por tomar una decisión importante. Si pudiéramos hacer esto imaginen cuántos errores se evitarían que cometeriamos y la infinidad de caminos posibles que tendríamos ante nosotros para elegir el que mejor nos convenga.

What if? o ¿qué pasaría sí?

En últimos años hemos observado cómo la industria del entretenimiento ha explotado esta idea con historias que hablan de “what if…” o “qué pasaría sí…”. La utilización de este recurso ha logrado crear historias que nos muestran mundos alternos que no necesariamente tienen finales felices y que, por el contrario, muchas veces llegan a mostrar lo que se logró evitar en la historia principal.

El efecto de What if se ha evidenciado fuertemente en la actualidad con una serie de Marvel que lleva el mismo nombre y donde se nos plantean contextos alternos de personajes favoritos de los comics. Sin embargo, este no es un recurso narrativo nuevo, lo hemos visto en infinidad de historias donde los protagonistas sencillamente llegan a soñar (o tener una pesadilla) sobre un día completamente diferente al que usualmente vivirían dándonos una historia posible pero al final no real.

Esta posibilidad de formular escenarios alternos ha explotado la imaginación de creativos que nos han dado por ejemplo, en la obra de teatro “Harry Potter y el legado maldito”,  una pincelada de lo que hubiera pasado si Voldemort vence a Harry Potter en el torneo del Cáliz del Fuego; han creado toda una serie donde se describe un mundo en el que los nazis hubieran ganado la segunda guerra mundial en “The Man in the High Castle”; o suponen que hubiera sido de la humanidad si Rusia hubiera liderado la conquista por el espacio en “For All Mankind”.

Aplicado a los negocios

Sin embargo, el uso de What if  no solo es un recurso que permite crear mayor contenido en el entretenimiento con historias hipotéticas que nos hubiera gustado conocer. El análisis What if es también una herramienta que todos podemos utilizar para valorar posibles riesgos a los que se pueden enfrentar los caminos por lo que optemos sobre nuestro negocio, producto o marca.

Esta técnica consiste en formular preguntas y dibujar escenarios hipotéticos como respuestas para darnos un panorama mayor sobre las diferentes líneas de acción que tenemos y entre las cuales podemos elegir la que mejor se adapte a nuestras necesidades y objetivos.

Es una técnica cualitativa pues depende completamente de la creatividad de los participantes y es mucho más acertada cuando se involucran personas que conocen a detalle la empresa, su situación y sus procesos, es decir, quienes conocen la historia original. Además, es imprescindible que dichos participantes pertenezcan a diferentes áreas del negocio con el objetivo de tener escenarios lo más apegados a la realidad y vistos desde todas las aristas posibles para que ayuden a identificar con mayor detalle las causas, consecuencias e impacto de los posibles riesgos para construir soluciones y/o rutas alternas.

El resultado final de un análisis interno de este tipo permite “ver posibles futuros” para elegir el camino que conlleve un mínimo margen de error al accionar.

LIBERA EL POTENCIAL DE TU MARCA ®

– Aída Durán.